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lunes, 2 de mayo de 2011

Como generar hábitos de lectura

Artículo original de:
Guía de Centros de Recursos Educativos - MED PERÚ - 2004 –
Silvana Salazar & Julio Mendoza
Encontrado en la red en:
Blog de Julio Cesar Mendoza Francia
http://gestion-lectura.blogspot.com/2005/11/generar-hbitos-de-lectura-una-misin.html
 
Aunque todavía no han sido descubiertas fórmulas mágicas para generar hábitos de lectura, los estudios especializados indican que lo logran quienes asocian lectura a placer, al afecto y a la sensación de logro por sus resultados; quienes alcanzan a expresarse a sí mismos en sus lecturas, quienes convierten a la lectura en un espacio íntimo de libertad y autorrealización. No se puede decretar el amor por la lectura o el deseo de leer.
 
El primer espacio organizado donde los estudiantes entran en contacto con los libros y diversas fuentes y recursos de información, para realizar lecturas de manera autónoma, es el aula de clases. Por eso es muy importante que sus vivencias en este espacio escolar sean placenteras, satisfactorias, permitan las interacciones de estudiantes y docentes en un clima de libertad, respeto y tolerancia.
 
En general, hay tres factores que determinan la práctica frecuente de la lectura:
 
  1. Saber leer (comprensión lectora, capacidades comunicativas y habilidades informativas)
  2. Querer leer (desear, asociar la lectura con el placer y la satisfacción)
  3. Tener qué y dónde leer (libros, periódicos, vídeos, cds, etc.)

Saber leer. El estudiante puede construir el sentido de los mensajes a partir de sus experiencias previas, emociones y sentimientos, y lo que le ofrece el texto en sus diversas presentaciones. Forman parte del proceso las estrategias para identificar la información relevante, hacer inferencias, obtener conclusiones, enjuiciar la posición de los demás y reflexionar sobre el proceso mismo de comprensión, con la finalidad de autorregularlo. Incluye las habilidades informativas que son capacidades específicas asociadas a la identificación, uso, organización y manejo de información. En la tarea de desarrollar este “saber leer” se complementan el docente y el bibliotecario, cada uno en sus escenarios naturales, el aula y el Centro de Recursos Educativos.
 
Querer leer. El deseo de leer es el factor más poderoso para generar hábitos de lectura y nace de asociar esta actividad al placer, a la satisfacción y al entretenimiento. Sin buenos recuerdos de lo leído o satisfacción por los resultados de la lectura, goce al sumergirse en los textos, no hay hábitos de lectura. Muchas personas saben leer y tienen libros a disposición, pero no DESEAN leer, entonces no se produce la lectura. Hay muchas razones por las cuales los estudiantes no tienen una actitud abierta hacia la lectura: asocian la lectura al castigo, han tenido vivencias dolorosas como la burla de los compañeros al equivocarse en sus lecturas, la censura por leer lo que les placedeconstruir el discurso de “la lectura para cumplir la tarea”, generar un clima institucional favorable a la lectura para recuperar su dimensión recreativa y placentera para los estudiantes.
 
Tener qué y dónde leer. El saber leer y el querer leer demandan disponibilidad de materiales y recursos para la lectura, debidamente organizados con un enfoque centrado en los intereses y necesidades de los estudiantes y docentes. Nunca serán suficientes los recursos de una familia común para adquirir todos los libros y materiales necesarios para garantizar una lectura frecuente, por ello la escuela debe seleccionar cuidadosamente los libros y materiales facilitar su uso mediante la organización técnica y prestar servicios que favorezcan el desarrollo integral de los estudiantes.
 
 

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